Mañana, 22 de septiembre de 2025, la Casa Blanca será sede de un evento histórico: la presentación de resultados de una de las investigaciones más ambiciosas sobre las posibles causas del autismo. Este tema nos toca profundamente como padres, ya que durante años hemos visto cómo la tasa de diagnósticos no ha dejado de crecer, dejando dudas, ansiedad y la sensación de que nunca llegarían respuestas.

Who Will Be Present and Why It Matters

El presidente Donald Trump liderará la reunión, acompañado por su Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., el Dr. Marty Makary (FDA) y el Dr. Jay Bhattacharya (NIH), junto a un grupo de expertos y asesores científicos. No se trata de un debate más: es la presentación de hallazgos oficiales tras meses de trabajo con cientos de investigadores de todo el mundo, coordinados por el Departamento de Salud de EE. UU.

Como padres, hemos escuchado muchas teorías, algunas serias, otras peligrosamente falsas. Por eso esta reunión es tan relevante: porque viene respaldada por instituciones como el NIH y el CDC, con estudios a gran escala que, por primera vez, se atreven a poner hipótesis concretas sobre la mesa.

My Point of View as a Parent

Como muchas sociedades de autismo, creo que hemos alcanzado un punto de inflexión. Tras décadas en las que los números han aumentado dramáticamente, parece que en unos meses un capítulo de incertidumbre se está cerrando, señalando causas más claras.

Pero dejemos claro: la causa del autismo no son las vacunas. Recordemos lo que ocurrió con Andrew Wakefield en 1998, cuando publicó un artículo en The Lancet sugiriendo un vínculo entre la vacuna MMR y el autismo. Años después, se demostró que manipuló datos, perdió su licencia médica y su trabajo fue retractado como fraudulento.

Aunque los detalles finales se revelarán mañana, ya se han compartido algunos puntos clave.

Si mañana alguien insinúa que las vacunas causan autismo, ¿qué ocurriría? Sería un escándalo mundial: padres demandando compensaciones, demandas colectivas, una crisis de salud pública sin precedentes. No, no creo que ese sea el caso. No estamos enfrentando un “autismo inducido por vacunas”. Eso sería la locura del siglo.

What Hypotheses Will Be Presented?

Although final details will be revealed tomorrow, some key points have already been shared:

  • Use of Tylenol (acetaminophen) during pregnancy: Several recent studies, including from Mount Sinai and Harvard, have suggested a possible association with increased risk of autism. A warning is expected to advise that pregnant women use it only when medically necessary.
  • Treatment with leucovorin (folinic acid): Promising results will be announced on the use of this vitamin supplement to improve communication skills in children with autism.
  • Environmental factors: From chemical contaminants to modern parenting habits. The premise of the Make America Healthy Again commission is clear: “everything is on the table.”

Between Skepticism and Hope

No todos los especialistas están convencidos. Algunas asociaciones profesionales advierten que prometer descubrir “la causa del autismo” en tan poco tiempo puede crear falsas expectativas. Y tienen razón: hablar de una condición tan compleja como si tuviera un solo origen sería una simplificación excesiva.

Pero más allá de los detalles científicos, lo que importa es el mensaje: se están realizando investigaciones serias, con recursos y con la genuina intención de entender y actuar. Eso ya marca un antes y un después.

The Big Question: Will Autism Rates Drop in the Coming Years?

Aquí hablo como padre: esa es mi esperanza. Que este esfuerzo no se quede solo en un anuncio político, sino que conduzca a medidas concretas para reducir riesgos, mejorar diagnósticos y proporcionar tratamientos más efectivos.

Si se identifican verdaderamente factores ambientales o médicos que podamos controlar, entonces sí, podríamos comenzar a ver un cambio en la curva. Pero sobre todo, debemos mantenernos vigilantes: porque esto no solo se trata de descubrir “qué lo causa”, sino de qué se hará con esa información.

Mañana no cierra un debate; solo comienza una nueva etapa. Para muchos de nosotros, padres que hemos recorrido este camino a través de diagnósticos, terapias y preguntas sin respuesta, la reunión en la Casa Blanca representa una chispa de esperanza.

Aún así, la ciencia no avanza con anuncios, sino con acciones. Y la verdadera medida de esta reunión será lo que ocurra en los próximos años.

Parents, mothers, families: the conversation is still ours. What do you think? Do you believe these investigations will open the door to a different future for our children?
I’ll be reading your comments. Let’s share doubts, fears, and hopes. Because if this fight has taught us anything, it is that together we are always stronger.

por Abu

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